Harán que la economía española se contraiga 5.000 millones, según el IEE.
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) calcula que las subidas de impuestos temporales y extraordinarias al sector financiero y energético anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podrían tener un impacto contractivo sobre la actividad económica de casi 5.000 millones de euros, es decir, cuatro décimas de PIB de 2021, lo que se corresponde con una pérdida de 72.000 empleos. Así se desprende del Informe semestral de Coyuntura Económica ‘La inflación y la incertidumbre frenan la recuperación de las empresas’, presentado este jueves por el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y el director general del IEE, Gregorio Izquierdo.
Aunque aún se desconoce el detalle de estos nuevos tributos temporales que el Gobierno prevé impulsar a través de una proposición de ley para hacer frente a la escalada de precios, desde el IEE consideran que este tipo de medidas “no son buenas” para contener la inflación, sino todo lo contrario. “Lejos de contener la inflación, tendrán un impacto muy negativo en el crecimiento económico y la creación de empleo. Son impuestos ineficaces, ineficientes y que alimentan la inflación”, han advertido en rueda de prensa los representantes del Instituto.
Además, creen que el impulso de estos impuestos supone dar “un mensaje tremendamente negativo” para los inversores internacionales. “Tomar medidas arbitrarias tiene un impacto muy negativo en los inversores internacionales”, han alertado. Según se apunta en el informe, este tipo de medidas, “sobrevenidas y repentinas”, son un “peligroso precedente” contrario a los principios fundamentales de las buenas prácticas regulatorias, en concreto los principios de estabilidad y predictibilidad, y, por lo tanto, generan incertidumbre e inseguridad jurídica, lo que afecta negativamente a la inversión.
Además, desde el IEE han avisado de que estas medidas no solo afectan a los sectores concretos sobre los que se focaliza, sino que se extienden a otros sectores productivos, de manera que la merma de actividad y empleo “se deja sentir sobre el conjunto de la economía”, especialmente cuando se trata, como en este caso, de sectores con un importante efecto arrastre sobre la economía.
Sin lógica
Por otro lado, desde el IEE creen que “carece de toda lógica” que se señale a los beneficios empresariales como los responsables del episodio inflacionario, cuando son la variable más rezagada.
Según se desprende del informe, los resultados empresariales son claramente la variable más rezagada en la recuperación, de manera que aún no han recuperado los niveles previos a la crisis pandémica, al contrario que los costes laborales y los impuestos netos de subvenciones.
La pérdida acumulada del Excedente Bruto de Explotación comparando con el nivel de 2019 era de casi 100.000 millones de euros a cierre de 2021 (casi 65.000 en 2020 y unos 34.000 en 2021), mientras que la del Excedente Bruto de Explotación de las sociedades no financieras era de casi 75.000 millones.
Además, estos indicadores se sitúan todavía claramente por debajo de los niveles previos a la pandemia, con una brecha del -6,2% y del -8,8% respectivamente. De igual modo, con los datos de la Central de Balances del Banco de España, se observa que tanto los beneficios brutos de explotación como el resultado neto ordinario se situaban a cierre de 2021 todavía un -24% y un -52% por debajo de los niveles precrisis, y casi un tercio del total de empresas se encuentran en pérdidas.
En el lado contrario, el IEE señala que se ha producido un aumento de los costes laborales unitarios, que no han dejado de crecer desde el inicio de la pandemia, y se encontraban, a cierre de 2021, un 5,8% por encima de los niveles de finales de 2019.
Pacto sobre la inflación
Por todo ello, desde el Instituto abogan por hablar sobre “un pacto sobre la inflación”, en lugar de abordar el conocido pacto de rentas para hacer frente a la escalada de precios.
“Se trata de cómo poder reducir o favorecer que la inflación se reduzca”, han insistido desde el IEE, tras remarcar la importancia que tienen en este sentido las medidas de política económica.
Desde el instituto consideran que una de las claves, en este momento, es no iniciar una espiral precios-salarios. “En los agentes sociales está la responsabilidad de que no se produzcan efectos de segunda ronda en la economía a través de la negociación colectiva de los salarios, donde la moderación y la prudencia tienen que jugar un papel clave”, señala el informe.
FUENTE: LA RAZÓN