Los fondos Next Generation EU ya han activado programas para la digitalización, la mejora de la eficiencia energética y el estímulo al emprendimiento de los que pueden beneficiarse las pequeñas y medianas empresas y los autónomos
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español, el itinerario creado para articular las ayudas europeas del fondo Next Generation EU, está dotado con 140.000 millones de euros que irán llegando a España hasta 2026. Una cuarta parte de estos fondos se destinará a la modernización y el fortalecimiento del tejido empresarial e industrial español a través de diversos programas. Muchos de estos planes ya están activos y están llegando a las pequeñas y medianas empresas (pymes) con el objetivo de mejorar su desarrollo digital, ser más eficientes energéticamente o recibir una inyección financiera. Por ejemplo, a través de las ayudas europeas, una pequeña manufactura de bolsos puede empezar a vender a través de internet, una floristería cambiar su furgoneta de reparto por otra menos contaminante, o un emprendedor materializar su idea de negocio.
Las convocatorias se pueden consultar en el portal web creado por el Ministerio de Hacienda o a través de las páginas web que las comunidades autónomas han habilitado para la gestión de las ayudas y los programas de financiación, ya que son ellas principalmente, junto con algunos ministerios y los ayuntamientos, las encargadas de su trámite y concesión.
A continuación, un repaso a los principales programas para pymes y autónomos del fondo Next Generation EU en tres ejes.
Digitalización: un salto accesible para todos
En marzo se abrió la primera convocatoria del Programa Kit Digital, uno de los planes más importantes para pymes y autónomos, de acuerdo con Daniel Agudo, director de desarrollo de negocio de la consultora Zabala Innovation. “Las pymes están ante una oportunidad sin precedentes, ya que estas ayudas se centran en aspectos en los que necesitan un impulso para mejorar su productividad”, señala.
La primera convocatoria, dotada con 500 millones de euros de los 3.000 millones de euros previstos, está dirigida a trabajadores por cuenta propia y empresas de 10 a 49 empleados. Cuenta con un bono digital de 12.000 euros para que los autónomos y las compañías adquieran soluciones de digitalización. ¿Cómo? Mediante la creación de una página web, de un espacio de comercio electrónico o la promoción de la ciberseguridad, entre otras acciones. Para acceder a este bono, las organizaciones deben completar un test de autodiagnóstico en el que se evalúa su nivel de digitalización y, a continuación, elegir uno de los 6.700 agentes digitalizadores —empresas tecnológicas y de marketing— que se encargan de los trámites y de la instalación de las soluciones que las pymes necesitan.
Hay previstas dos convocatorias más cuyas fechas de inicio aún se desconocen. Una para micropymes, de menos de tres empleados, con un bono de 2.000 euros; y otra para compañías de tres a nueve empleados, con uno de 6.000 euros.
Además del Kit Digital, se ha puesto en marcha Emprendedoras digitales, dotado con 51 millones de euros, con el objetivo de reducir la brecha de género mediante la financiación de proyectos de emprendimiento digital liderados por mujeres.
También, aunque aún sin fecha concreta, se activará el denominado Ayudas para proyectos de digitalización de “última milla”, orientado al sector turístico y a su recuperación, tras ser uno de los más afectados por la situación derivada de la pandemia. Pretende impulsar iniciativas tecnológicas para mejorar la relación de las empresas con el turista a nivel local (de ahí el concepto de última milla) con el desarrollo de aplicaciones móviles y programas que faciliten la gestión y la promoción de los destinos in situ. Se subvencionará la mitad del proyecto, cuyo presupuesto debe ser, como mínimo, de 300.000 euros y, como máximo, de 750.000 euros.
Eficiencia energética: autoconsumo y combustibles alternativos
Consumir menos energía se antoja imprescindible en un contexto de continua escalada de los precios en el corto plazo, pero también como solución para reducir las emisiones que fomentan el calentamiento global. Apostar por la sostenibilidad empresarial, además, impulsa la imagen de una compañía y le aporta una ventaja competitiva.
Las pymes y los autónomos ya pueden solicitar ayudas para la instalación de equipos de autoconsumo, como aerogeneradores y placas fotovoltaicas; así como acceder a subvenciones para la constitución de comunidades energéticas, figura jurídica que concede a particulares, pero también a empresarios, la posibilidad de generar, gestionar y compartir su propio suministro eléctrico. Esto permite un aprovechamiento eficaz de la energía y, como consecuencia, un mayor ahorro.
El importe de estas ayudas, que se incluyen en una partida de 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones según la demanda, varía en función de si el receptor es una gran empresa, una pyme o un autónomo. Estas organizaciones percibirán un porcentaje máximo sobre el volumen de inversión inicial, que cambia según qué se solicite y quién lo haga.
En el caso de la instalación de placas fotovoltaicas, las cuantías llegan hasta el 45% del valor para una pyme, mientras que en el de la instalación de aerogeneradores de pequeño tamaño alcanza el 50%. A los trabajadores por cuenta propia se les subvenciona entre 600 euros y 2.900 euros dependiendo de la solución que elijan (solar o eólica) y de la potencia contratada. Estas cantidades se incrementan un 5% para empresas ubicadas en municipios con menos de 5.000 habitantes.
En el apartado energético se suma la apuesta por la movilidad sostenible a través de un plan ya veterano. Se trata de MOVES III que financia, hasta diciembre de 2023, la compra de vehículos de propulsión sostenible como eléctricos, híbridos enchufables y de pila de combustible —que funcionan con hidrógeno— cuyo precio no supere los 45.000 euros, con ayudas de entre 2.500 y 9.000 euros. También contempla partidas para la instalación de postes de recarga, que en el caso de los autónomos subvenciona el 70% del coste, mientras que para pequeñas empresas cubre el 55% y para las medianas, el 45%.
Emprendimiento: estimular la creación y la consolidación de negocios
Otro de los objetivos del PRTR que articula las ayudas europeas es garantizar la viabilidad de los negocios y ofrecer una oportunidad a los empresarios que quieren poner en marcha nuevos proyectos, a través de la financiación y el asesoramiento. Para ello desde el Gobierno refuerzan la actividad de la Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA), la institución pública que da cobertura a los avales otorgados por las sociedades de garantía recíproca (SGR). Estas entidades sin ánimo de lucro facilitan a pymes y autónomos el acceso a financiación en condiciones ventajosas, como menores tipos de interés y plazos de devolución más amplios. Funcionan como intermediarias con los bancos y no prestan dinero, sino que proporcionan garantías ante los acreedores. “Es un instrumento útil para las start-ups que no tienen un histórico financiero largo, ni activos suficientes para avalar”, destaca Agudo.
Las pymes del sector secundario también cuentan con un plan adaptado a ellas. El Programa de Apoyo al Emprendimiento Industrial facilita préstamos, por un valor total de 75 millones de euros, para la mejora de la competitividad de estas empresas y la creación de nuevos establecimientos industriales. El fin es aumentar el peso del sector industrial en la economía española que actualmente cuenta con el porcentaje más reducido, pues supone el 5,96% de las compañías, por detrás del agrícola, del de la construcción y del de los servicios.
FUENTE: EL PAÍS