La medida permitirá realizar pagos inmediatos entre diferentes países europeos. Las comisiones no podrán ser superiores a las de las transferencias tradicionales
La UE
está decidida a que los clientes europeos no dependan exclusivamente de las
transferencias tradicionales y, por eso, ha llegado a un acuerdo
para obligar a las entidades financieras a ofrecer pagos instantáneos
como los de realizados por la herramienta Bizum. Esto permitirá
que los europeos puedan realizar pagos en tan sólo 10 segundos, a cualquier
hora del día, incluso cuando las oficinas están cerradas y que esta posibilidad
se extienda no sólo a los pagos entre un mismo país sino también entre
diferentes países europeos.
De momento, se ha alcanzado un acuerdo provisional entre las
capitales europeas y la Eurocámara que debe ser ahora formalizado.
Según estar normas, todos los bancos europeos que ofrezcan transferencias
tradicionales a sus clientes deberán ampliar ahora sus servicios para facilitar
también los pagos instantáneos. En caso de que las entidades decidan
aplicar comisiones por la utilización de esta herramienta, estas no
deberán ser superiores a las ya aplicadas en las denominadas transferencias
tradicionales. En el acuerdo alcanzado por las instituciones europeas se ha
incluido una cláusula de revisión para que el Ejecutivo comunitario presente un
informe en el que evalúe las tarifas por este tipo de servicios y si estas se
incrementan con las nuevas normas.
Las entidades financieras dispondrán de un periodo de
transición para adaptarse a esta normativa que será más corto
para los bancos de la eurozona que para los del resto de la Unión Europea, que
también estarán sujetos a la normativa. Además, se han establecido una serie de
salvaguardas para que los pagos instantáneos durante 24 horas los 365 días del
año no conlleven riesgos adicionales de seguridad en el sistema.
Con esta nueva legislación, las entidades financieras deberán verificar
que el nombre del beneficiario y del código IBAN son coincidentes para
detectar cualquier error o fraude antes de que se realice esta transacción.
Este requisito se aplicará no sólo a los pagos con herramientas tipo Bizum sino
también a las transferencias tradicionales.
Bruselas considera que esto redundará en la autonomía del sector financiero europeo, demasiado dependiente de terceros países y que facilitará el cobro de los pagos tanto a las familias como a las empresas. Para que esta nueva normativa no afecte a la seguridad de las transacciones en relación al régimen de sanciones europeo, las entidades financieras deberán verificar de manera diaria que sus clientes no han sido incluidos en ninguna lista de castigados por parte de la UE. De esta forma, se pretende sustituir el sistema actual por el que esta comprobación tan sólo es obligatoria al analizar las transacciones una a una por uno más eficaz.
FUENTE: La Razón