Las pymes deben hacer frente a unos costes extras por impagos de 1.411 millones, alerta Cepyme
La morosidad se une a la inflación, el aumento de los costes, la desaceleración de la recuperación y a las secuelas económicas de la pandemia como las principales causas de preocupación entre las empresas, ya que el 20% de las pymes españolas ha experimentado un aumento de la morosidad en el último año. Según el Barómetro sobre Morosidad de Cepyme hecho público ayer, el nivel de deuda comercial con retraso de pago se incrementó un 17,3 % en el tercer trimestre de 2021, hasta casi los 280.000 millones de euros, lo que demuestra que «el monto total de deuda entre empresas con morosidad continúa incrementándose de forma preocupante», explica el estudio, que advierte de que esta morosidad tiene un coste extraordinario para las empresas que alcanzó los 1.411 millones de euros en el tercer trimestre, casi un 16% más en tasa interanual, una cifra que «llama la atención» para los encuestados de Cepyme porque supera los costes de otros ejercicios pese a que aquellos tipos de interés eran «bastante más bajos».
En este sentido, el estudio detalla que «la demora en el pago de facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño, que tienen mayores dificultades de acceso al crédito y que sufren más especialmente la morosidad al ser proveedores, en muchas ocasiones, de otras compañías con mayor tamaño».
También señala que el periodo medio de pago de las empresas españolas se situó en 81,4 días, frente a los 82,2 días del año 2020, una demora que se incrementa más en las grandes empresas –cinco días más– y se reduce entre las pequeñas y medianas –entre uno y dos días–. Por su parte, el porcentaje de facturas emitidas con retraso de pago sobre el total fue del 69,7%, frente al 70,5% registrado en el tercer trimestre de 2021. Las microempresas incrementaron el periodo medio de pago hasta los 78,4 días, 2,4 días más.
«Esta evolución no oculta, sin embargo, que la morosidad se mantiene estable en tasas muy elevadas y sigue siendo un grave problema para las empresas, que pone en riesgo su liquidez y compromete su viabilidad, en especial para las de menor dimensión», alerta Cepyme. La construcción y la promoción, así como el textil, son los sectores con mayores retrasos de pago (97,7 días en el primer caso y 89,5 en el segundo), mientras que la distribución alimentaria (68,3 días) y el químico (77,4 días) son las actividades con menores retrasos en sus pagos.
El seguimiento de la evolución de la morosidad de Cepyme se complementa con el informe trimestral del Observatorio de Morosidad. El correspondiente al cuarto trimestre de 2021 pone de relieve que la morosidad empresarial se redujo 1,4 puntos respecto del trimestre anterior, tanto por la reducción del periodo medio de pago, como por el descenso del porcentaje de facturas emitidas con retrasos en el pago.
FUENTE: LA RAZÓN