Utilizar las plataformas de crodwlending para poner en circulación los fondos sobrantes de una compañía le permite obtener remuneración a corto plazo y financiar a otras empresas.
Cuando se trata de acudir a fuentes de financiación distintas a los créditos que concede la banca tradicional, los responsables de las pymes se acercan cada vez más a plataformas alternativas como las que están basadas en modelos fintech. Estos sistemas operan a través de Internet y ponen en contacto a particulares que prestan su dinero con empresas que necesitan obtener fondos de forma rápida. Sin embargo, hay ciertas compañías, las más afortunadas, que generan caja a una velocidad mucho mayor de la que son capaces de reinvertir su capital. "Puede que les sobre tesorería y opten por sacar sus reservas de la hucha y ponerlas en circulación", señala Manuel Romera, director financiero de IE. Por lo tanto, una buena opción para que las pymes obtengan cierta remuneración de sus ahorros es participar en otras compañías ejerciendo como inversores. Para ello, una buena alternativa es utilizar las plataformas de crowdlending.
Este sistema para amortizar reservas no está muy implantado en España pese a ser "una práctica habitual para los responsables de empresas de pequeño y mediano tamaño en países del entorno anglosajón", afirma Romera. Por esto, muchas de las plataformas encargadas de gestionar las transacciones entre particulares en el entorno español arrastran una experiencia dilatada en el exterior, lo que aporta seguridad a la hora de dejar en sus manos el circulante. Además, estas entidades depositan el dinero de los inversores en cuentas externas de bancos. Así, en caso de que la fintech quiebre, los fondos de los prestadores son reembolsados en su totalidad. Pese a esto, las pymes que decidan proveer de capital a otras empresas deben seguir algunas recomendaciones para beneficiarse de la oportunidad que les brinda la tecnología.
• Dónde invertir. "Las compañías deben optar por financiar sectores que entiendan y conozcan", señala Romera. Es una cuestión de experiencia y trayectoria. Los gestores entenderán mejor qué es lo que van a hacer con su dinero, las necesidades que puede tener quien solicita la financiación y las dificultades a la hora de devolverlos. Muchas de las plataformas realizan análisis del ráting a sus solicitantes de liquidez. Este indicador suele estar realizado por expertos en valoración del riesgo pero se recomienda al inversor estudiar por su cuenta variables como la trayectoria de la compañía, si publica sus datos de facturación o sus modelos de negocio. De hacerlo será un indicador inequívoco de transparencia y una garantía a la hora de recuperar la inversión. Además, para gestionar con perspectiva el negocio y poder hacer frente a posibles imprevistos, "lo recomendable es que la financiación nunca supere el 15% de los fondos disponibles en la hucha de la pyme", afirma el experto.
• Seguridad. La clave, por lo tanto, está en asegurar al inversor que va a recuperar su dinero junto a la suma de los tipos de interés, "aunque debe ser consciente de que opera en un marketplace de inversión con retorno no garantizado", afirma Lucas de Mendoza, director de operaciones de la fintech Loanbook. Para evitar perder sus fondos, el experto recomienda al financiador repartir los créditos en varias compañías. "Si vas a invertir 100.000 euros, una de las cifras más habituales en emisión de crédito, debes repartirlo en porcentajes pequeños entre 50, 60 o 70 empresas de diferentes sectores y localizaciones geográficas. Así, aunque una de ellas no pueda cumplir con sus obligaciones de devolución, la tasa de retorno respecto al dinero prestado seguirá siendo muy buena", explica el experto.
• Rentabilidad. El retorno de los fondos depositados que una pyme consigue a través de estas plataformas se sitúa de media entre el 5% y el 8%. Para llegar a estos números, De Mendoza recomienda distribuir la inversión entre solicitantes con diferentes valoraciones de ráting. De esto modo, combinarán créditos que les aporten tipos de interés más y menos atractivos buscando el equilibrio entre ser conservador y arriesgado. Por ejemplo, se puede poner un 20% del total depositado a disposición de compañías con tipos bajos pero con un retorno más seguro. Por el contrario, destinar el 10% a pymes con mayor riesgo de impago, lo que aportará más ingresos cuando venza el plazo del crédito.
• Plazos. Es el tiempo que tarda una empresa en recuperar el dinero que ha prestado. Por lo general, las compañías suelen recuperar sus préstamos, y su rédito correspondiente, en un periodo de tiempo reducido, en una horquilla que varía desde los tres hasta los veinticuatro meses. Una vez recuperada su inversión, la pyme debe decidir entre reinvertir de nuevo el dinero en créditos o retirarlo para otras operaciones.
FUENTE: EXPANSION