La patronal asume que no se da el clima político para abordar una reforma fiscal.
Se resigna a la situación actual: "Deberemos limitarnos a un mero transitar por los tiempos inmediatos".
Los empresarios catalanes se desmarcan de una bajada masiva de impuestos, pero también piden contención en la política fiscal del Gobierno. La patronal Foment del Treball demanda a las administraciones que las decisiones en materia tributaria para hacer frente a la inflación no vayan en detrimento de la competitividad de las compañías. Admite no obstante que no es el momento de abordar una reforma global para rebajar la factura.
La institución encabezada por Josep Sánchez Llibre presentó este martes su tercera edición del Informe de Coyuntura de la economía nacional. La organización alertó de que "el continuo ajuste impositivo que se intuye" terminará por golpear la competitividad empresarial.
La asociación ahonda así en las palabras de su presidente, que la pasada semana fue crítico con las políticas del Ejecutivo. "En España existen planteamientos equivocados para la subida de impuestos cuando se debería implementar una fiscalidad competitiva", lamentó.
Peor es la situación para las organizaciones empresariales en Cataluña. El líder patronal calificó de asfixiante y confiscatoria la realidad en la autonomía. "La realidad de la política fiscal en Cataluña, si sumas la del Estado más la de la Generalitat, es asfixiante y confiscatoria", lamentó. En este sentido, advirtió tanto al Govern como al Ejecutivo que elevar la presión "sería un planteamiento erróneo". Un camino contrario al que siguieron territorios como Alemania y Francia.
Foment admite que el clima político no es el ideal para abordar una reforma fiscal ambiciosa
Sin embargo, Foment admite en el texto que ahora mismo no se da el clima político para abordar una reforma fiscal que sirva para impulsar la competitividad. "Deberemos limitarnos a un mero transitar por los tiempos inmediatos a la espera de que se den las circunstancias", se resigna. La institución se conforma con ajustar el panorama actual.
El incremento de la recaudación gracias a la inflación también irá acompañado de un mayor gasto público, por lo que la entidad aparca así la reforma fiscal, aunque se muestre crítica con las últimas decisiones del Ejecutivo. "No puede ser que la política fiscal sirva para cuadrar las cuentas públicas en lugar de estar al servicio de la economía", lamentan fuentes de la entidad.
Más urgencia muestran con la petición formulada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de volver a sentar a empresarios y sindicatos en la mesa para abordar la respuesta a la subida del IPC pese al fracaso de las últimas negociaciones. Rescatar el fallido pacto de rentas es ahora una de las mayores urgencias antes de la llegada del otoño, cuando la institución vislumbra curvas para el país. "Se debe encontrar un punto de equilibrio entre justicia social, competitividad empresarial y sostenibilidad macroeconómica", añaden los expertos del think tank catalán.
Si los empresarios deben recortar los márgenes y los trabajadores se verán obligados a renunciar a subidas salariales iguales a la inflación, Foment advierte de que el sector público también deberá hacer sacrificios, tanto de cara a los funcionarios como con las pensiones.
FUENTE: EL ECONOMISTA