Las empresas dicen que es necesario ser más flexibles mientras los sindicatos les acusan de querer fijar jornadas de 12 horas
La negociación del XVIII convenio colectivo del sector de la consultoría ha entrado en punto muerto después del cruce de acusaciones que protagonizaron la semana pasada sindicatos y patronal.
De un lado de la mesa la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC). Esta patronal defiende que se pueda redistribuir hasta un 15% de la jornada anual pactada de 1.800 horas de manera irregular, lo que en la práctica supondrá que se amplíe el número de horas de trabajo efectivo realizadas “de manera puntual”.
La asociación lo justifica por lo complejos que son muchos de los proyectos que desarrollan sus asociados, empresas como Indra, Accenture, Deloitte, EY o KPMG, entre otras. Considera que es imprescindible que las compañías dispongan de la máxima flexibilidad para adaptar sus jornadas laborales a la carga de trabajo, la mayoría vinculada a la digitalización de la economía o licitaciones públicas.
Sin embargo, en opinión de CC OO, la propuesta de la AEC no es más que un intento por establecer una jornada laboral de lunes a sábado, considerando todo el sábado como laborable y no sólo hasta las 15:00 horas como hasta ahora y que las empresas por razones organizativas puedan prolongar la jornada hasta las 12 horas diarias, lo que, de facto, impide conciliar vida personal y profesional.
Bajos salarios
Los salarios son el otro caballo de batalla que mantiene enfrentadas a ambas partes. El convenio actualmente en vigor expiró en 2019 y mantiene, según fuentes sindicales, hasta 11 categorías profesionales con sueldos inferiores al salario mínimo interprofesional (SMI), actualmente establecido en 14.000 euros anuales en 14 pagas. “Para nosotros esta situación es prioritaria, tiene que resolverse o lo pagaremos como sector y como sociedad”, explica Raúl de la Torre, coordinador del sector de Consultoría y Servicios de Tecnologías de la Información de CC OO.
Desde los sindicatos denuncian que se esté pagando salarios de entrada a expertos en ciberseguridad de apenas 14.800 euros anuales, lo que provoca que los jóvenes titulados en algunas ingenierías e informática estén optando por marcharse fuera de España a trabajar. “Nos estamos cargando una actividad que debería estar considerada como estratégica y, de paso, nos cargamos las posibles vocaciones tecnológicas”, añade De la Torre.
La denuncia pública que han realizado los sindicatos de las posturas patronales ha enturbiado el que debería ser buen ambiente de la negociación. De hecho, para mañana martes estaba convocada una reunión que ha sido suspendida. La AEC advierte que no volverá a la mesa de diálogo hasta que los sindicatos dejen de difundir a través de las redes sociales lo que consideran “informaciones falsas y tergiversadas”.
CC OO insiste: “nosotros volveremos a sentarnos cuando nos convoquen y si siguen planteando estas propuestas, nosotros lo seguiremos contando porque estamos convencidos de que algunas de las cuestiones que defiende la patronal no las quieren sus asociados”, aclara De la Torre. Por su parte, desde la patronal definen la actitud sindical como “incompatible con la exigible buena fe que debe presidir las negociaciones”.
LAS PROPUESTAS MÁS POLÉMICAS
Horas de trabajo. Frente a una jornada de lunes a sábado y un máximo de nueve horas diarias, la AEC pide incluir el sábado por la tarde y llegar a 12 horas.
Jornada estival. El convenio actual reconoce la jornada intensiva en verano. La patronal quiere que el 15% de la jornada anual pueda distribuirse de forma diferente avisando al trabajador cinco días antes. Los sindicatos creen que esto acabará con esa jornada.
Categorías profesionales. Regularizar las 11 que en la actualidad no llegan ni al salario mínimo e incluir categorías nuevas como las relacionadas con ciberseguridad, programación, administración de sistemas y de bases de datos, entre otras.
FUENTE: CINCO DÍAS