El Aviso Legal correcto, para que una pyme evite problemas
27 de mayo de 2017
El Aviso Legal correcto, para que una pyme evite problemas
En la actualidad cada vez son más las pymes que prestan atención a aspectos relacionados con las cookies y a la Ley de Protección de Datos. Ello se debe a las fuertes sanciones e inspecciones generados en torno a esta normativa, aunque existen otras cuestiones relacionadas con las páginas webs corporativas que a nivel legal han de ser tenidas en cuenta.
En este sentido, la abogada experta en TIC sostiene que entre los problemas con los que se pueden encontrar los empresarios destaca la existencia de un Aviso Legal mal redactado o incompleto. Es por ello que, según recoge la agencia EFE, hay que tener claro lo que debe entenderse por Aviso Legal y cómo este ha de estar estructurado y redactado.
En primer lugar, “si bien la ley no define expresamente los servicios de la sociedad de la información”, una web en la que se facilite la información sobre la comercialización de productos y servicios “se entiende que es un servicio”.
De ahí que recomiende a sus responsables facilitar a los usuarios de un modo permanente y gratuito la información que está perfectamente enumerada en el artículo 10 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico.
En paralelo, esta abogada adelanta que el Aviso Legal debe contener el nombre o denominación social del titular de la web, así como su domicilio social y la dirección de contacto. También es importante, ha afirmado, que contenga el número de identificación fiscal que le corresponda.
La inscripción en el Registro Mercantil, los datos relativos a la autorización administrativa que rige la actividad y los identificativos del órgano competente encargado de su supervisión son otros de los elementos a tener en cuenta.
Por último, en el caso de que el responsable de la página web ejerza una profesión, esta letrada añade que es necesario agregar los datos del Colegio profesional al que pertenece, su número de colegiado, el título académico oficial o profesional con el que cuente, el Estado de la Unión Europea al que pertenece y los códigos de conducta a los que se está adherido.