Muchas empresas recurren a esta vía de financiación alternativa para reunir fondos entre el público interesado en su proyecto empresarial.
Pese a ser considerado una forma moderna de reunir dinero, el crowdfunding hunde sus raíces en algo tan antiguo como el rock. Según los expertos, este método de financiación fue creado en 1997 por la banda Marillion que, ante la falta de fondos para lanzar su siguiente álbum, escribió a 6.000 fans preguntándoles si estarían dispuestos a pagar por adelantado para conseguir el disco.
Tras dos décadas, el crowdfunding es actualmente una de las principales alternativas para las start up que desean obtener capital a través de otras vías diferentes a las tradicionales. Es el caso de Christian Smith, fundador de TrackR, que realiza sistemas de seguimiento por Bluetooth que permiten localizar objetos o animales. A través de la plataforma Indiegogo consiguió reunir 1,75 millones de dólares (aproximadamente, 1,64 millones de euros). Estos recursos se añadieron a los 10 millones de dólares (9,4 millones de euros) que Smith ya había obtenido en una ronda de financiación. Además, ha lanzado otra campaña enfocada al desarrollo de un nuevo producto, con la que ya ha recaudado 210.000 dólares (197.461 euros).
Smith destaca que el crowdfunding no consiste sólo en poner el proyecto en una de las plataformas y esperar a que entre el dinero, sino que es importante la preparación. "Pusimos en marcha nuestro propio sitio para medir la respuesta de los clientes y después de que hubiéramos logrado acumular una cierta cantidad, llevamos la campaña a Indiegogo", aclara. Según explica, conseguir audiencia antes del lanzamiento es muy importante. "Debes contactar con cientos de miles de personas antes de empezar a pedirles dinero. Si eres capaz de entender qué es lo que les interesa y tratas de atraerles con tu proyecto, esta gente estará mucho más dispuesta a participar cuando comience el plazo", aconseja.
La conversación con el público es, por tanto, fundamental. Y es que la popularidad entre los futuros usuarios puede impulsar el proyecto a cotas insospechadas. Este es el caso de Exploding Kittens, un juego de cartas creado por los diseñadores informáticos Elan Lee y Shane Small; que contaron con la colaboración de Matthew Inman, fundador de la popular tienda de cómics online The Oatmeal.
Cuando finalmente lanzaron la campaña de crowdfunding para la compañía, las múltiples menciones en Twitter dirigieron a los internautas hacia la página. Ocho minutos más tarde, Exploiding Kittens había superado su objetivo y cuando expiró el plazo un mes más tarde había reunido 8,8 millones de dólares (8,27 millones de euros). Tras su lanzamiento, el pasado verano, el juego se había convertido en la iniciativa con más apoyo de Kickstarter, pues había alcanzado la cifra total de 219.382 colaboradores.
FUENTE: EXPANSION