De hecho, suelen ser centros diáfanos en los que prima la comunicación. Sin embargo, pueden surgir problemas de división y privacidad que afecten al trabajo diario. Y es que la amplitud, la comodidad y la conjunción de ambientes son factores que influyen en la productividad.
Los espacios coworking tratan de aplicar los factores diferenciales de las oficinas normales, buscando una mejora de la productividad. Desde Hermarta, estudio especializado en el equipamiento de espacios laborales, destacan las claves para conseguir un centro coworking bien distribuido.
1. Repartido y ergonómico
Desde periodistas hasta diseñadores o fotógrafos, son muchos los perfiles profesionales que pueden ocupar las grandes salas laborales de coworking, necesitando por consiguiente un diseño de oficinas cómodo y acogedor que se adapte al máximo a sus necesidades. Conseguir un espacio bien repartido y ergonómico, que facilite el trabajo por separado de este equipo tan peculiar, constituye la principal meta de acción del diseño de este tipo de espacios.
2. Subdivisiones
Uno de los elementos de diseño más utilizados a nivel arquitectónico para decorar cualquier espacio de trabajo son precisamente los tabiques móviles. Su dinamismo y su versatilidad lo convierten en una herramienta de estilo muy útil a la hora de dividir salas o recintos, pudiendo cambiar la distribución del ambiente según las necesidades del personal. Combinando los tabiques móviles con las mamparas de oficina, conseguimos un espacio de trabajo muy visual y amplio, que recrea una dimensión agradable y confortable en la que se trabaja bajo muy poca presión. De hecho, este último elemento es fundamental en el diseño de los espacios de coworking, ya que debe conseguirse la individualidad justa de cada escritorio sin impedir que en la sala reine un ambiente de compañerismo, profesionalidad y comunicación.
3. Luz
La iluminación es un elemento fundamental en este tipo de espacios, sobre todo porque la claridad, que puede aprovecharse a través de la instalación de mamparas de cristal, es fundamental para recrear un espacio abierto, diáfano y agradable.
4. Comunicación natural y zonas comunes
Por otro lado, es esencial que se genere una comunicación natural y espontánea dentro de la sala, permitiendo tanto compartir experiencias profesionales como mantener el equilibrio de trabajo a nivel individual. Tanto la transparencia como la amplitud que generan las mamparas de oficina pueden aprovecharse para crear espacios comunes como la cocina o la sala de reuniones, aumentando así la comunicación de estos improvisados compañeros de trabajo.
FUENTE: EL ECONOMISTA