Los profesionales con discapacidad pueden solicitar bonificaciones de las cuotas, para formación o para poner en marcha la empresa
Los autónomos con discapacidad que ponen en marcha su empresa cuentan con una serie de bonificaciones para hacer realidad su idea de negocio. Estas bonificaciones están en marcha desde la ley de Reforma Urgente del Trabajador Autónomo en 2017.
Entre las bonificaciones destacan las ayudas para que el autónomo con
discapacidad inicie la actividad. La cuantía de las ayudas dependerá de la
comunidad autónoma y varían de los 5.000 a los 10.000 euros.
Los autónomos con discapacidad dispondrán también de la posibilidad de
acceder a la financiación de su negocio a un coste menor. Estos
profesionales podrán reducir hasta cuatro puntos el interés fijado en los
préstamos.
Igualmente, podrán recibir asistencia técnica para desarrollar la
actividad. Esta ayuda podrá cubrir hasta el 75% del coste de los servicios
prestados con un tope máximo de 2.000 euros.
Bonificaciones
de las cuotas
Por último, existen ayudas para que los profesionales sigan
formándose. El objetivo de estas ayudas es cubrir hasta el 75% del coste de
los cursos con un importe máximo de 3.000 euros.
La Seguridad Social también permite a los autónomos con discapacidad
acceder a la tarifa plana durante el primer año del alta. Así, estos profesionales
pagarán 62,70 euros durante ese tiempo. Una vez pasen los primeros doce meses,
los autónomos con discapacidad podrán beneficiarse de una bonificación de las
cuotas del 50% sobre la cuota por contingencias comunes durante un máximo de 48
meses hasta un máximo de 5 años desde la fecha del alta.
En el año 2019 entró en vigor la bonificación por discapacidad
sobrevenida. De esta manera, si a un autónomo le diagnostican una discapacidad
mientras que está dado de alta en el RETA, puede acogerse a una bonificación de
la tarifa plana por esta causa. No obstante, deberá tener una discapacidad
igual o superior al 33% reconocida por la Seguridad Social y deberá solicitar
expresamente esta bonificación a la Seguridad Social.
La entrada en vigor de la ley de Reformas Urgentes del Trabajador Autónomo ha propiciado un aumento en el número de autónomos con discapacidad, que ha crecido en un 7,6% en los últimos años.